Óleo sobre lienzo Regreso del hijo pródigo atribuido a Antonio González Velázquez Siglo XVIII

Localización: Madrid

Obra de carácter religioso representando un pasaje de la parábola del hijo pródigo. La escena recoge el momento en el que el padre, se acerca con premura a su hijo que ha vuelto arrepentido por su conducta, y lejos de estar enfadado, manda traer ropas lujosas para que cambie los harapos con los que ha regresado. Al lado, el hijo mayor, ayuda a cambiarse de ropa a su hermano, aunque se muestra aún reticente ante él y sin haberle llegado a perdonar del todo. En un pedestal de mármol, a la derecha de la escena, han quedado abandonados los harapos. La vuelta del hijo prodigo es una temática representada abundantemente en el arte, encontrando ejemplos en Murillo o en Rembrandt por ejemplo, generalmente los artistas escogen el momento cumbre del relato, el abrazo entre padre e hijo. La escena escogida por el autor en este caso, no suele ser tan habitual y le otorga mayor originalidad a la obra.

Los tres personajes principales, el padre y los dos hijos, no solo aparecen situados en primer término para darles protagonismo, sino que a los personajes secundarios que aparecen en la escena,  prácticamente aparecen apenas esbozados, sin color, para no distraer la mirada del espectador de la escena principal. En otras obras del autor se puede apreciar la misma técnica, como en los frescos que componen “el nacimiento de la Virgen” realizados en 1755-57.

La escena transcurre en un escenario de edificios clásicos romanos, en consonancia con la indumentaria de los personajes, ya que como es habitual en el arte del siglo XVIII, los personajes bíblicos suelen estar ataviados con ropas propias del mundo clásico romano.

La parábola recogida en el Nuevo Testamento, en el Evangelio de Lucas, capitulo 15, versículos 11 al 32, forma parte de la llamada trilogía de las “parábolas de la misericordia”, junto a la parábola de la oveja perdida y de la moneda perdida.

Antonio Gonzalez Velázquez (Madrid 1723-1793) pintor español perteneciente a una saga de pintores, entre los que destacan sus hermanos Luis y Alejandro, y su hijo Zacarías Gonzalez Velázquez. Estudió dibujo en la Academia de San Fernando, consiguiendo después una beca para completar su preparación en Roma, con el pintor napolitano Corrado Giaquinto. Allí ejecutó junto a su maestro, el proyecto de decoración de la Iglesia de la Santa Trinidad de los Españoles de Roma, frescos que se consideran precursores de los que realizaría Goya en la iglesia de San Antonio de la Florida.

Ya de vuelta a España, Ventura Rodriguez le encarga los frescos de la Santa capilla de la Basílica del Pilar de Zaragoza. En 1757 logra el nombramiento de pintor de la corte, otorgado por el rey Fernando VI. Colaboró en la decoración del convento de la Encarnación, del nuevo Palacio Real de Madrid, también en los retablos de la Basílica de San Francisco el Grande. Y fue miembro de mérito de la Academia de San Fernando desde 1754.

Medidas

128 cm altura x 144 cm ancho (Sin marco)

154 cm altura x 178 cm ancho (Con marco)

Peso aproximado: 30 kg